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¿Te imaginas? … «Deme mitad de cuarto de #Agilidad …»
Si …, suena mal …, y pinta peor!
A raíz del post «Falsos mitos y errores en #Agilidad«, me han llegado comentarios confirmando algo que me resisto a creer: «se está intentando vender la #Agilidad» como una pócima mágica. Como una solución única, enlatada y válida para cualquier empresa.
Pues si, me resisto a creerlo por cómo entiendo la #Agilidad .
Lo peor que le puede pasar a la #Agilidad es que se convierta en un negocio, y que quién la compre crea que por el simple hecho de comprarla va a funcionar … Me recuerda al negocio de las «dietas milagro».
¿Te imaginas de nuevo? … «Tomando esta porción de #Agilidad, serás «ágil»…»
Riesgos y Consecuencias
Bromas aparte, veo dos riesgos:
- Qué quién la venda no entienda la esencia de la #Agilidad y la venda con el único argumento de «ser más rápidos» …, que por cierto …, es un argumento con el que la #Agilidad se vende bien, pero ni es el único ni es suficiente.
- Qué quién la venda sí entienda la esencia de la #Agilidad, pero se quede en la parte «fácil», la del proceso.
En ambos casos el perjudicado, sin duda, es el cliente que creerá comprar una solución única y mágica que no será tal. Y no será tal, porque cada cliente necesita adoptar y aplicar su propio modelo de #Agilidad, de acuerdo a su idiosincrasia y a sus circunstancias. Sí, cada persona es única …, cada equipo también lo es …, y cada empresa también es única.
Y en ambos casos el beneficiado, también sin duda, es el que la vende. El que vende unos patrones y unas prácticas contrastadas que funcionan, pero que no bastan para ser realmente «ágiles». De hecho, si las aplicamos de manera aislada, puntual y sesgada se corre el riesgo de crear un espejismo en torno a la #Agilidad, que cuando desaparece (porque al final no funciona como se esperaba) deja muy mal sabor de boca, haciéndole un flaco favor a la principal damnificada de la historia, la #Agilidad.
Para ir terminando …
Sí, lo peor que le puede pasar a la #Agilidad es que se convierta en un negocio, que se industrialice y que se «paquetice«! Entre otras cosas, porque quién la va a vender la ajustará a su negocio, no a cubrir la necesidad real que tiene el cliente. Y lo hará atendiendo a modelos de negocio tradicionales, sí …, esos de los que normalmente hacen cautivos a los clientes …
No, así no funciona la #Agilidad!. La #Agilidad no se vende, no! La #Agilidad se practica. Sintiéndola, viviéndola y sobre todo, disfrutandola. Vive la Agilidad!!!
Confiemos que se quede en eso …, en un simple intento de «venta» …
Ahora sí, para terminar, no me puedo resistir a traerlos de nuevo …, el tema encaja como anillo al dedo!
Feliz día!, y disfrútalo!!!.
«Los hay que no tuvieron que perder
Estaba el tren en marcha si señor
Los hay que no lo pueden entender
Que no se vende el Rock and Roll
Estáis perdiendo el tiempo al intentar
Que cause vuestra imagen sensación
Estáis equivocando al personal
Y no se vende el Rock and Roll
Tenemos una historia por vivir
Quizá no sea tan fácil la elección
Tenemos una cosa que decir
Que no se vende el Rock and Roll
Tenemos una historia y algo que decir
Que no se vende nada el Rock and Roll
Tenemos una historia y algo que decir
Que no se vende nada el Rock and Roll» Leño (Que no se vende el Rock and Roll, «Corre, corre, 1982)»













4 Comentarios
A la vista de la reflexión, podemos pensar que es «habitual» rentabilizar todo tipo de productos, y como no, la agilidad, desde un punto de vista comercial, suele ser tratada como tal. De tomar esta decisión, nos daremos cuenta del primer error cometido.
Debemos ampliar la visión y potenciar la agilidad como un valor futuro, la rentabilidad debe llegar por otras vías.
Excelente blog.
Buen apunte, sí señor!
Mil gracias por la aportación al debate y por tu valoración.
Feliz día!
Hola Cristina, excelente post como siempre. Esto me recuerda a un comentario de un gerente, quien desea que una de sus empleadas sea ágil lo antes posible. Sólo le respondí que era un tema de voluntad propia.
No podías comprar agilidad para darle.
Muchas gracias Fátima por tus amables palabras y por compartir tu experiencia.
Una experiencia que resulta enriquecedora, mostrando un caso más de interpretación errónea de la #Agilidad.
Lo dicho, gracias y feliz día Fátima!
Cristina.